La publicidad necesita de no pocos ingredientes para ser efectiva. Uno de los más importantes -sino el que más- es la transparencia. Sin esta, dicen cada vez más estudios, resulta cada vez más complicado conseguir la cada vez más ansiada credibilidad.
En busca de esa publicidad transparente vamos a ver cuáles son los ingredientes que no pueden faltar bajo ningún concepto:
Los ingredientes para en busca de una publicidad transparente
Apoyo tecnológico en busca de contenidos nocivos: Cada vez son más y mejores las herramientas capaces de detectar contenidos que resultan dañinos para las marcas. Las noticias falsas, que tanto dañan a los valores de marca, son un claro ejemplo de ello. De ahí que, tras la proliferación de estas, los anunciantes quieran estar seguros de dónde se van a ver sus anuncios.
Apertura total de las marcas: Cada vez se valora más por parte de los consumidores la apertura de puertas y ventanas de las distintas marcas. Es por eso que poco a poco se va apostando cada vez más por la revelación pública de toda aquella información interna que es susceptible de ser reclamada por los usuarios de una determinada firma.
Los números, descubierto: De igual manera, las empresas del sector del marketing y la publicidad deben ser capaces de informar al detalle a sus clientes de dónde va cada euro invertido, de dónde y cuándo se han vertido anuncios y cuál ha sido la rentabilidad de cada uno.
Adiós a la opacidad en las empresas publicitarias: La época en la que se englobaban los presupuestos bajo el epígrafe de “coste real de campaña” ha pasado a mejor vida. La aparición de nuevas y jóvenes empresas que ofrecen transparencia, visibilidad y el máximo control a loa anunciantes han abierto una nueva era.
Datos y más datos: Los clientes deben contar con los máximos datos posibles. Dárselos, así como la posibilidad de que los manejen tanto durante la elaboración de una campaña como durante la publicación de la misma está confirmado mejora la relación entre publicistas y marcas estrechando los lazos entre estos dos actores necesarios.
La necesidad de subirse al tren de los avances: Las marcas lo vienen reclamando cada vez con más fuerza. Quieren contar con todas las mejoras que llegan de la mano de los avances en los sectores de la información, la comunicación, y cómo no, también en el tecnológico.
Según parece estar quedando demostrado, si todos estos ingredientes se combinan y la transparencia se convierten en una máxima durante las relaciones entre publicistas y marcas los resultados no pueden ser más halagüeños.
Más allá de todo lo que tiene que ver con esa relación de confianza necesaria entre ambas partes, parece más que confirmado que los consumidores acaban notando cuándo esta fluye, cuándo las cosas se hacen bien, cuándo se les escucha desde todos estos entes y acaba premiándolo. Transparentarse o morir. Así de crudo lo están augurando ya algunos de los gurús publicistas más reputados del globo.